Especial Halloween II


Bienvenidos a la segunda parte del especial de Halloween: cómo causar una extinción masiva en tu mundo. En la primera parte vimos cómo los meteoritos o las grandes erupciones volcánicas pueden tener efectos en el clima del planeta entero. Ambos fuerzan una cambio relativamente rápido al ser eventos que alteran forma drástica la atmósfera, sin embargo, no son las únicas formas de mandar los ecosistemas al garete. Hoy veremos dos nuevos mecanismos, mucho más lentos, pero sin duda igualmente temibles, para alterar el clima global.


3)     Atasco del tráfico marítimo

Wikipedia
Os presento a la Cinta Transportadora, o corriente termohalina la gran red de corrientes marinas que conecta los océanos de la Tierra con una misión importante: distribuir el calor que recibimos del Sol. Debido a la curvatura y la inclinación de la Tierra, el Ecuador es la zona que más radiación recibe y además es prácticamente constante todo el año (no hay cuatro estaciones definidas). El motor de esta corriente es doble y se basa en la densidad del agua, que viene determinada por dos factores: temperatura y salinidad. A mayor salinidad y menor temperatura, mayor densidad.

Las corrientes ecuatoriales, cálidas y muy salinas circulan por la superficie hasta llegar a zonas más frías. En los polos el agua del mar es menos salina que la que llega a través de las corrientes, que al enfriarse, aumenta su densidad con respecto a la de las aguas circundantes. Además, la pérdida de agua, bien por evaporación o por congelamiento en la superficie, hace que la concentración en sales del agua se incremente. Ambos factores conjuntamente hacen que la densidad del agua de las corrientes aumente mucho respecto a las de las aguas circundantes y, por lo tanto se hunda hasta el fondo del océano, para después migrar progresivamente hacia el Ecuador al ser desplazada por nueva agua. La temperatura y la salinidad son los dos pilares que sustentan este motor. Y es el que hace que, por ejemplo, en Nueva York hiele mucho en invierno y en Madrid no, así que no es poca broma.

Entonces, ¿qué pasa si uno de los dos falla? Veréis, como muchas cosas en este mundo, la temperatura y la salinidad del agua están muy relacionadas. A mayor temperatura, mayor capacidad tiene el agua para contener sales. O, dicho de otro modo, la solubilidad de la sal (halita sobre todo) aumenta con la temperatura. En el Ecuador, al haber una temperatura elevada y prácticamente constante, la concentración de la sal siempre va a ser elevada. Pero si aumentamos la temperatura del agua en los Polos, disminuyendo el gradiente de temperatura entre estos y el Ecuador, por un lado el agua circundante va a aumentar su salinidad y por otro la corriente no podrá enfriarse lo suficiente como para darle a nuestra corriente el plus de densidad que necesita para hundirse. La corriente se ralentiza y, finalmente, se para. Y podéis decirle adiós al verano.


Ensemble-average ocean temperature change after 100 years from 15 CMIP5 models under a quadrupling of CO 2 : (top) at the sea surface (bottom) in the zonal-average (contoured every degree K). Note the expanded scale in the top 1,500 m. The 15 CMIP5 mod 
Modelo del cambio en la temperatura del mar en 100 años (Marshall et al. 2014)


Es increíble cuánto depende la temperatura global de esta corriente. Se estima que la temperatura global podría bajar un grado en pocos años. El calentamiento global podría dar paso a una edad de hielo. Sí, exactamente lo que ocurre en la película de 2012. No recuerdo los detalles, pero pasé un rato entretenido viéndola. Os sorprenderá, pero al menos la premisa de la glaciación de esta película tiene más base científica de lo que parece a simple vista. Eso sí, la escala temporal está muy acelerada y creo que tenía otras patadas a la cencia muy graciosas. En cualquier caso, para que fuera mínimamente realista todo el proceso tendría que durar varios cientos o incluso miles de años.

Voy a hacer otro disclaimer aquí: lo de cuán rápido o lento lo podemos estimar basándonos en dos cosas: los eventos que han ocurrido ya (de los cuales faltan datos porque reconstruir algo que ha pasado hace miles o millones de años es difícil) o en modelos basados en los datos que se han recopilado, pasados y presentes. Sin embargo, ya he dicho que el clima es una princesa muy sensible. Un poco que lo alteres ya puede causar un efecto grande a largo plazo. Si la alteración es fuerte y rápida (por ejemplo, lo que ocurre ahora con el CO2; hemos duplicado su concentración en apenas 200 años, no es ningún chiste y, lo que es peor, no hay precedentes), es increíblemente difícil poder estimar sus efectos a largo plazo o incluso a medio o corto, porque es posible que la respuesta del clima se acelere si el cambio es muy intenso y repentino.

Conclusión: no os paséis a no ser que sea totalmente intencionado. Ya veis que un poquito vale, sólo un poquito.

Imaginaos vivir en un lugar del mundo donde cada año, desde hace décadas, llueve menos. Al principio era imperceptible, pero de un tiempo a esta parte se pierden más cosechas y la gente pasa hambre. Es necesario cambiar totalmente el estilo de vida de poblaciones y culturas completas. Y no es algo fácil. Hay intereses económicos, políticos e incluso puede que religiosos peleando en medio de ese caos. Y todo el mundo espera que al final llueva, pero no va a pasar porque el clima ha cambiado y, en lo que respecta al tiempo de vida de esa gente, no va a volver atrás. Esto no es ficción, es lo que ha pasado siempre, porque las culturas no hacen al mundo, es el mundo el que hace a las culturas. Fue un cambio climático lo que provocó la extinción de los neandertales, lo que permitió que el Homo sapiens pudiera colonizar Europa y América. Pudo ser un cambio climático lo que favoreció la expansión mongola de Ghengis Khan, al convertir parte del desierto del Gobi en una estepa. También propició la caída de los Mayas y puede que hasta la Revolución francesa. Personalmente, me gustaría que el tema del invierno en Canción de Hielo y Fuego fuese más acerca de cómo organizar campos de cultivo y menos sobre zombies de hielo. Aún tengo mis esperanzas puestas en Vientos de Invierno, pero por cómo narra George Martin el particular clima de su mundo, tengo la certeza de que va a hacerlo muy bien y va a ser doloroso.

4)     Pangea

Si sois de los que construyen mundos con supercontinentes os recomendaría encarecidamente que fuerais añadiendo un poco más de azul por aquí y por allá porque, en pocas palabras: Pangea es una mierda. ¿Recordáis la extinción Pérmica? ¿La del 90/75%? Vale, aparte de las erupciones volcánicas que mencioné en la entrada anterior, el segundo factor determinante en tan mortal cifra fue la formación del último supercontinente, Pangea, al final del período Pérmico.

Ruptura de Pangea gracias a la Sagrada Tectónica de Placas (Wikipedia)

Los supercontinentes adolecen de un problema llamado clima continental extremo. El agua que se evapora en las costas no puede penetrar tierra adentro. Un análogo actual aproximado (y bastante “light”) de este tipo de clima sería el desierto del Gobi, cuya altura y latitud hace que sufra temperaturas desde -40ºC hasta 45ºC. Ahora imaginad eso pero aún más extremo y cubriendo la mayor parte de la tierra firme del planeta: no sería habitable ni para los cactus.

Los ríos se formarían, principalmente, en las cadenas montañosas más cercanas a la costa y muchos ni siquiera llegarían al mar, sino que desembocarían en cuencas interiores, tipo Mar Caspio, que podrían hasta secarse en verano originando lagos de sal. Por bonito que suene, quienes tengan que vivir aquí van a pasar un mal rato. Los habitantes de una Pangea en construcción verían cómo los mares someros interiores, los últimos reductos de los océanos que antes separaban los continentes, se irían evaporando poco a poco a medida que estos se acercan. Los peces irían muriendo, también la vegetación por falta de lluvia. La única tierra fértil se concentraría en las costas del único océano (Panthalassa) y en las islas. La mayor parte del planeta estaría inexplorado y sería prácticamente inexplorable. Habría pocas especies animales y vegetales, y pocos humanos, ya puestos.

La vida sería muy dura, por no decir imposible, pero no niego que da para una buena historia. Sin embargo, no lo recomiendo... del todo. Odio mucho los mundos Pangea, sobre todo porque muchos no demuestran lo inhabitables que son, por ejemplo, teniendo sociedades avanzadas y situando ciudades dentro de los continentes y no sólo en la costa. Sin embargo, admito tres excepciones:

1) Vuestro objetivo es que el mundo sea miserable y todos se mueran. Es lo que acabaría ocurriendo, el único final lógico y lo admitiría como el alegato final a por qué no se deberían crear mundos Pangea.

 2) Que la Pangea sea reciente, que no hayan pasado millones de años desde que se formó y aún queden restos de mares, con lagos de sal etc. Es muy poco probable que el ser humano pueda sobrevivir a una.

3) Que el planeta sea un mundo colonizado por una sociedad humana con alta tecnología. Es distinto desarrollar la especie humana en unas condiciones de Pangea a, simplemente, estar de visita. La tecnología ayudaría a soportar las condiciones extremas y, lo más importante, a aprovechar mejor los recursos del planeta. Una sociedad desarrollada en una Pangea, al tener un hábitat reducido, carecería de muchos recursos minerales ya que físicamente no podría acceder a ellos. Imaginad cómo habría sido el nivel de desarrollo de nuestra especie si no nos hubiésemos podido expandir por todos los continentes.

Y aquí va un plot-twist: si ese supercontinente ocupase gran parte de la zona ecuatorial del planeta, podrías transformarlo… ¡en Hoth! Sí, el de El Imperio Contraataca. Hoth es lo que conocemos como una Tierra Bola de Nieve (Snowball Earth). Esta teoría aún es discutida, pero parece que en el Arcaico hubo dos momentos donde se podían encontrar glaciares en todas las latitudes del globo y habría tres causas que en conjunto podrían haber causado este masivo enfriamiento del planeta. La primera es que el Sol era joven y aún no calentaba tanto como ahora. El clima en general en el Precámbrico era más frío que el actual. El segundo fue la aparición de organismos fotosintetizadores, pequeñas células que formaban colonias conocidas como estromatolitos (“estromato” significa estrato o capa y “litos” roca, por la forma que tienen estas colonias). Los organismos fotosintetizadores consumen CO2, a menos CO2, menos efecto invernadero y, por lo tanto, más fresquito. Y el tercero fue la formación del supercontinente Rodinia que ocupaba gran parte del Ecuador. Esto hacía que los océanos no pudieran recibir la mayor parte del calor solar. La Cinta Transportadora o bien se ralentizó o se paró por completo. Todos estos factores juntos pudieron hacer que las masas de hielo avanzasen sin control hasta cubrir la mayor parte de la superficie del planeta. 

Corte de unos estromatolitos fósiles (Wikipedia)
Actualmente encontramos estromatolitos en Australia; les gusta el clima tropical. No sería raro encontrarlos en cadenas de islas cerca de un supercontinente ecuatorial. La vegetación también ayudaría. Cerca del ecuador llueve mucho durante todo del año. Hay muchísima evaporación y las masas de agua pueden adentrarse más tierra adentro si no son interceptadas por obstáculos, como por ejemplo, una cordillera. En un entorno así, sería comprensible que poco a poco el clima se fuese volviendo cada vez más frío y, sobre todo, más árido, ya que si disminuye la temperatura, también lo hace la evaporación. Esto afectaría al bosque tropical, que iría desapareciendo poco a poco. Reunir las condiciones para una Bola de Nieve completa requeriría además algo que contrarrestase la radiación solar (suponiendo que la cantidad de energía que está recibiendo el continente es la actual), como un impacto de un meteorito, por ejemplo. Y aún así es una situación difícil de lograr por lo excepcional que es. Sin embargo, es perfectamente posible.

Para acabar, me gustaría recalcar que hay que tener en cuenta que los cambios de los que he hablado son muy lentos. Lleva millones de años cerrar un océano y las glaciaciones abarcan varios miles. Si escribís historias con un rango temporal alto (varios miles de años, o decenas de miles) podréis abordar cómo fue la transición climática y advertir cambios ya bastante extremos. Sin embargo, si el rango temporal es corto, podéis enfocarlo de otra manera, por ejemplo, escribiendo sobre el clímax del evento climático. Esos últimos momentos de habitabilidad que ya llevan arrastrados miles o incluso millones de años de extinciones anteriores. Tal vez en otro mundo la especie humana pudo florecer cuando otras perecieron por culpa del clima extremo pero, pasado el tiempo, también se volvió demasiado para nosotros. Hay muchas formas de escribir sobre clima en mundos de fantasía; reconozco que es una materia muy complicada y que da un poco de miedo meterse ahí. Sin embargo, a veces también pienso que es un recurso dramático muy poderoso; la fuerza de la naturaleza es uno de esos tropos que no pasan de moda porque, —¡oye! —está ahí y es real. No he entrado en muchos detalles, sólo unas breves pinceladas de cómo podríais incluir estos desastres en vuestra ficción. Espero que os haya gustado. Ya sólo me queda una, muy poco conocida pero que yo personalmente encuentro fascinante. Pista: también tiene que ver con plantas.








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