La primera piedra
"Contaba la leyenda que allá, al norte, en las Montañas Nevadas cuyas cumbres no podían atisbarse desde el suelo, los Enanos cavaban sus profundas cavernas para extraer los tesoros de las entrañas de la tierra: oro, plata, diamantes de todos los colores, rubíes del tamaño de huevos de avestruz, zafiros que parecían fragmentos del cielo nocturno y, por supuesto, el acero con el que forjaban sus temibles hachas de guerra. Sus ciudades construidas en cuevas de granito y alabastro resplandecían..."
Espera... ¿has dicho montañas cuya cima no puede atisbarse? ¿Has dicho que los Enanos extraen oro, diamantes y hierro de un mismo sitio? ¿Has dicho que hay cuevas de granito y alabastro?
¡MAL! ¡TODO MAL!
Vale, reconozco que he hecho trampas. El primer párrafo me lo acabo de inventar para resumir uno de los tropos que menos me gustan de la fantasía en general: Enanos = yacimientos de todo tipo. Aunque también son bastante sangrantes las montañas gigantes y las cuevas de granito. ¿Quiere decir esto que son imposibles? No, improbables, sí. Así que la pregunta que deberíamos hacernos es, ¿cómo podemos hacerlo posible?
Y aquí entro yo. Soy geóloga y me encanta la literatura fantástica. Me encanta su potencial para describir paisajes increíbles y me duele lo mucho que suele desaprovecharse dentro del género. Porque, no nos engañemos, la geología no es sólo pongo un valle y un par de montañitas por aquí y por allá. La geología lo es prácticamente todo, desde el núcleo del planeta a su corteza, desde la formación de cordilleras a la escultura del paisaje. Desde la distribución de los continentes hasta los cambios climáticos.
Mi intención es desgranar poco a poco los secretos de nuestra Tierra (y un poco de nuestro Sistema Solar) para poder ayudar a los escritores que quieran construir su propio mundo a entender cómo funciona la magia del nuestro. Bueno, también os enseñaré a hacer mapas decentes sin la ayuda de un algoritmo.
Deseo de todo corazón que os guste.
La geoloca.
Espera... ¿has dicho montañas cuya cima no puede atisbarse? ¿Has dicho que los Enanos extraen oro, diamantes y hierro de un mismo sitio? ¿Has dicho que hay cuevas de granito y alabastro?
¡MAL! ¡TODO MAL!
Vale, reconozco que he hecho trampas. El primer párrafo me lo acabo de inventar para resumir uno de los tropos que menos me gustan de la fantasía en general: Enanos = yacimientos de todo tipo. Aunque también son bastante sangrantes las montañas gigantes y las cuevas de granito. ¿Quiere decir esto que son imposibles? No, improbables, sí. Así que la pregunta que deberíamos hacernos es, ¿cómo podemos hacerlo posible?
Y aquí entro yo. Soy geóloga y me encanta la literatura fantástica. Me encanta su potencial para describir paisajes increíbles y me duele lo mucho que suele desaprovecharse dentro del género. Porque, no nos engañemos, la geología no es sólo pongo un valle y un par de montañitas por aquí y por allá. La geología lo es prácticamente todo, desde el núcleo del planeta a su corteza, desde la formación de cordilleras a la escultura del paisaje. Desde la distribución de los continentes hasta los cambios climáticos.
Mi intención es desgranar poco a poco los secretos de nuestra Tierra (y un poco de nuestro Sistema Solar) para poder ayudar a los escritores que quieran construir su propio mundo a entender cómo funciona la magia del nuestro. Bueno, también os enseñaré a hacer mapas decentes sin la ayuda de un algoritmo.
Deseo de todo corazón que os guste.
La geoloca.
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